sábado, 31 de agosto de 2013

Día 31: Béisbol, agobio y diversión




Hola desde New York en las últimas horas de nuestro viaje. En apenas nueve horas volvemos a Barcelona - hemos decidido dormir deliberadamente mal para así hacerlo en el avión de vuelta y poder combatir el jet lag con más efectividad. Estamos, de hecho, haciendo un esfuerzo para escribir esta última entrega del blog. Y ya que nos vamos, sacar todo el repertorio e irnos de Estados Unidos con dos cojones bien puestos. Así que acuesten a sus hijos, echen de la habitación a personas un poco aprehensivas y abróchense los cinturones. 




Ha sido un día muy especial, la verdad, aunque no todo ha salido como esperábamos. El tema empezó temprano, ya que a las 11:00 teníamos que estar en un lugar llamado Battery Park, lugar de entrada del ferry que lleva a la Estatua de la Libertad. Teníamos entrada para subir a la corona, algo espectacular y difícil de conseguir - acceso a la parte alta de uno de los grandes símbolos de la historia tal y como la conocemos. El trayecto hasta allí ha sido corto pero intenso - servidor se marea en los barcos y siemrpe va acojonado aunque sean seis putos minutos en aguas solo medio revueltas. Hemos llegado y creo que las mejores fotos han sido minutos después - tranquilos, relajados, con tiempo para hacerlas. 





El problema llegaría a partir de ahí. 




Tocaba subir a la corona de la Estatua de la Libertad. Tres palabras - SU PUTA MADRE. Resultó que el camino hacia allí era tortuoso y lleno de todo tipo de putadas. Primero, inspección rollo aeropuerto, la segunda en apenas unos minutos. Segundo, prohibición de subir una simple bolsa con cuatro chorradas y obligación de gastarte dos dólares extra en dejar tus mierdas en una taquilla. Estas cosas hay que explicarlas, coño. No es el dinero, es la sensación de pagar como un panoli. Subimos en ascensor la primera parte, hasta el pedestal de la Estatua. Hicimos un simpático vídeo. Vaya, al menos yo creo que es simpático.





A partir de ahí, catarsis total. La subida hasta arriba es por una escalera de caracol con escalones rectangulares. Nos hemos comido porciones de pizza de más superficie que esos escalones. Hemos tenido que subir prácticamente gateando durante no sé cuántas docenas de escalones, sudando la gota gorda, cagados de que nos pudiera pasar algo, sin poder alzar la cabeza por miedo a darnos un coscorrón contra la superficie metálica. Todo sea por una buena vista en un sitio histórico. Una buena vista, claro.



Y una polla. Vaya fraude.

La corona de la Estatua de la Libertad tiene especio para, digamos, siete personas. Hay un tío explicando lo que se ve pero seamos serios, son cuatro cristales guarros con metal alrededor y a través de ellos no se ve un carajo. La vista desde abajo es espectacular pero arriba no se ve un pijo. El problema ha sido bajar - los dos hemos tenido problemas. Belén tiene vértigo y ha llegado a llorar de miedo en la bajada. Un servidor mide demasiado para esa escalera, ya que más de la mitad de mi cuerpo sobresalía por la barandilla. Un mal paso en esa escalera de caracol mierdosa y me habría precipitado al vacío - y luego a ver quién cojones os escribe estas lindezas... aunque ahora que se ha acabado el viaje, algún hijoputa le habría dado igual. 




Anyway, he tenido que bajar como la postura clásica de Madness, con los pies por delante - ver foto ilustrativa - y al llegar nos temblaban las piernas a los dos. Tanto ha sido el tema que allí había un museo de la Ellis Island y varias cosas más... pero le han dado por culo y hemos cogido el primer ferry de vuelta a Manhattan. Visitar la Liberty Island, sí. Subir hasta arriba, nunca jamás. Es una orden. De verdad que la sensación de agobio, pánico, cansancio extremo y desesperación no se la deseo ni a mi peor enemigo. 




Qué coño, a mi peor enemigo sí. QUE SE JODA, HOSTIA. 

(no creo que tenga un peor enemigo, pero en fin, que se joda)




Belén ha tenido que currar por la tarde así que me he ido a casa de Juan Pablo y he conocido a su hijo Juanfran, un crack de apenas dos años. Será divertido verle crecer, seguro, el chaval promete. Una vez que Belén ha acabado de currar nos hemos ido al Yankee Stadium para ver un partido de béisbol entre los New York Yankees y los Baltimore Orioles. Un compañero de Euroleague, Xavi, ha venido con su mujer Marta y su hija Laia Li, lo cual ha hecho que lo que de por sí es un coñazo absoluto se convierta en algo bastante más tragable. 







El partido, pese a un inicio horroroso, ha estado bien. Es guay ver cómo los aficionados de los Yankees se imponen entre tanto turista sin puta idea como podemos ser nosotros, claro - uno conoce perfectamente sus limitaciones. Hemos aguantado hasta la séptima entrada, cuando han tocado Take Me To The Ball Game y la gente se ha puesto a cantar. También he grabado en vídeo una carrera doble de New York - una de las jugadas claves del partido. El ambiente en el estadio es acojonante - venden todo tipo de comida, merchandising, cerveza y los anuncios en los marcadores son alucinantes. Eso sí, no vuelvo a ver un partido de béisbol salvo que sean las Series Mundiales. Joder, qué poco ritmo. 









Al acabar el partido hemos quedado con Juan Pablo y nos hemos bebido siete millones de cubatas, por los viejos tiempos y para despedirnos con una nota rozando el sobresaliente. Ahora toca volver a Barcelona via Estambul. Prometemos escribir - y hacer balance - cuando volvamos y durante la semana. ¡No se vayan todavía, aún hay más! Eso sí, pueden comentar algo antes de que este blog llegue a su fin. Que será pronto salvo que se nos ocurra la forma de mantenerlo vivo. Ya veremos... 


¡Es nuestra última entrada de blog desde Estados Unidos! Esperamos que os haya gustado viajar con nosotros. Todo lo que escribamos a partir de ahora será a posteriori - y nos quedará un gran recuerdo de todo lo vivido. ¡¡¡Gracias por viajar con nosotros!!!

5 comentarios:

  1. GRACIAS a vosotros, por hacerme un terrible mes de agosto, mas llevadero, por enseñarme el Mundo, a trabes de vuestros ojos, por todo lo que me habeis contado , y, compartido conmigo GRACIAS CARIÑOS MIOS.

    ResponderEliminar
  2. Sois lo más!!! Me encanta vuestra manera de ver y vivir la vida, y hacernosla llegar de forma tan directa.

    Muchas gracias por hacerme soñar :-D

    ResponderEliminar
  3. Gracias Javi por Tus relatos Gracias Belen por ser tan buena prota,jajaa. Igual q el año pasado me lo he pasado genial siguiendo vuestra aventura. Un besito fuerte.....ahora tendremos q votar la anecdota del viaje!!! Jajaa

    ResponderEliminar
  4. gracias, gracias por llevarnos en vuestra maleta internauta, por hacernos reir, por crear esa mezcla de ansia, impaciencia, risa, y que se yo que yo que se más, me encanta ir en vuestra maleta, me chiflan las gafas que usais para ver la vida y todo lo que os rodea, vuestro sentido del humor y la energia tan buena que transmitis, chapó por vosotros pareja! lo dicho.... sois grandes!

    ResponderEliminar
  5. Gracias a los dos! Hay que intentar disfrutar de la vida y compartirlo con la gente, después de todo. Nos queda reflexionar a la vuelta pero tenemos mil cosas que hacer - más de las que creíamos - y seguramente remataremos la faena este finde.

    Lo dicho, gracias a vosotros! Rakel, mándame tu dirección por Facebook! I need it!

    ResponderEliminar